En el Siglo III, el emperador de Roma Claudio II prohibió la celebración de matrimonios para los soldados jóvenes, por considerar que eran menos valientes que aquellos que eran solteros. De acuerdo a sus ideas, por tener familia, tenían más preocupaciones y eran más cautelosos a la hora de la batalla.

El sacerdote pensó que la orden era absolutamente injusta y decidió celebrar matrimonios en secreto, en lugares como criptas y tumbas. Con el correr del tiempo, se empezó a extender el rumor y el emperador decidió encarcelarlo por no cumplir con la orden.

Durante su estadía en la prisión, un penitenciario se burlaba de él y lo desafió a que curase a su hija de la vista ya que no podía ver. Valentín aceptó y le devolvió la vista a Julia, ganándose el respeto del guardia.

Valentín siguió preso algún tiempo más y luego fue ejecutado el 14 de febrero del año 270. Julia, agradecida, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba.

Después de que el papa Gelasio I designara el 14 de febrero de 494 el primer día oficial de San Valentín, la festividad fue incluida en el calendario litúrgico y celebrada por la Iglesia Católica en los siguientes 15 siglos. Sin embargo, en 1969, después del Concilio Vaticano II, fue eliminado del calendario.

Foto: National Geographic en Español