¿Sentís que tu vida necesita un cambio de rumbo? ¿Te encontrás estancado en la rutina y deseas darle un nuevo impulso a tus proyectos y objetivos? Si es así, no estás solo. Muchos de nosotros experimentamos momentos en los que anhelamos una transformación, pero no sabemos por dónde empezar.

Para ayudarte en este proceso, los expertos de la Universidad de Stanford ofrecen tres consejos avalados por investigaciones. Estos consejos se basan en hábitos de vida sencillos que podés incorporar fácilmente a tu rutina diaria:

1. Adopta la mentalidad de un diseñador:

Bill Burnett, profesor de Stanford y autor del libro “Designing Your Life”, propone utilizar el diseño como herramienta para crear una vida significativa y satisfactoria. Su método consiste en:

• Prototipar decisiones: Experimenta con diferentes opciones antes de tomar una decisión importante. Habla con personas que viven la vida que deseas y prueba diferentes caminos para obtener información práctica.

• Cultiva una mentalidad abierta: Sé flexible y adaptable, dispuesto a cambiar de dirección si es necesario. La clave está en mantener una actitud de aprendizaje constante.

• Reflexiona y evalúa: Dedica tiempo a reflexionar sobre tus experiencias y valores. Pregúntate qué funciona y qué no, y toma decisiones en base a lo que realmente importa.

2. Busca una rivalidad sana:

Szu-chi Huang, profesora de marketing en Stanford, ha demostrado que la competencia amistosa puede ser un poderoso motivador para alcanzar nuestros objetivos. Su investigación sugiere que:

• El feedback positivo nos motiva a iniciar un proyecto, pero el feedback negativo nos ayuda a completarlo. Busca el apoyo de amigos al comenzar, pero luego inclínate hacia una competencia sana para mantenerte motivado.

• La competencia aumenta la valoración del objetivo. Cuando compites, alcanzar la meta se convierte en algo más significativo y gratificante.

3. Enfócate en la acción, no en la perfección:

Marily Oppezzo, científica del aprendizaje y del comportamiento, advierte que la búsqueda de la perfección puede ser un enemigo del progreso. En su lugar, propone:

• Comenzar con una versión “suficientemente buena” de tu objetivo. No te dejes paralizar por el miedo al error. Da un pequeño paso hacia adelante, incluso si no es perfecto.

• Ser consciente de tu objetivo y seguir intentándolo. No te desanimes si no alcanzas la meta de inmediato. Sigue practicando y mejorando, paso a paso.

Estos tres consejos ofrecen perspectivas valiosas respaldadas por la investigación, brindando herramientas prácticas para quienes buscan un cambio significativo en sus vidas.