Año bisiesto: mitos sobre este peculiar acontecimiento
Cada cuatro años en el calendario habitual se suma un día más
El planeta tarda aproximadamente 365 días en dar una vuelta completa al astro luminoso que se encuentra en el centro de un sistema en el que otros planetas orbitan. Sin embargo, cada cuatro años en el calendario habitual se suma un día más.
“Año bisiesto” es la calificación que se le da a una anomalía del calendario que usamos todos los días. El planeta no recorre la vuelta al sol en 365 días exactos. Se tratan de 365,2422 días, lo que más específicamente sería una demora de 5 horas, 48 minutos y 46 segundos de más. Por convención, los humanos redondeamos estas horas a 6 y luego estas se van acumulando a lo largo del tiempo y por último estas se suman para formar un nuevo día en el calendario y que se ubica en febrero, convirtiéndolo en un mes de 29 días.
Los antiguos egipcios ya buscaban la manera de adaptar este aspecto a su calendario, sin que esto lo modificara completamente. Por ello es que idearon un año bisiesto que sucediera cada cuatro años. Luego con la llegada de Julio César a Egipto, los romanos adoptaron esa idea y crearon el calendario juliano.
A lo largo de los años, se fue modificando este ajuste, pero si este no se hiciera se perderían seis horas del calendario gregoriano anualmente. Además, podrían desfasarse las estaciones alterando significativamente el calendario y las actividades que dependen de él.
Para algunos puede significar buena suerte y para otros mala suerte. La idea de que algo negativo puede suceder se basa en que en años anteriores han pasado tragedias como: el hundimiento del Titanic, la muerte de Gandhi, Martin Luther King y John Lennon. En Escocia le temen al 29 de febrero y en Grecia aseguran que casarse en estos años no trae buenos augurios.