Tener una alimentación adecuada podría ayudar a nivelar la producción de hormonas que se vinculan con las emociones y las respuestas cerebrales, contribuyendo así a eliminar los atracos de comida.

La Universidad de Harvard realizó un estudio basado en estas premisas y entre las conclusiones más relevantes señaló que los mejores consejos son beber suficiente agua así como limitar el consumo de cafeína y preferir los carbohidratos complejos, que se digieren mejor.

Los científicos advierten además que saltear las comidas puede provocar caídas en el nivel de azúcar en sangre que causan nerviosismo, lo que puede empeorar la ansiedad subyacente.
Otro punto a cuidar es la naturaleza de la comida que se consume, con la finalidad de favorecer la digestión por la relación intestino-cerebro, que es importante en la producción de serotonina. A su vez, para dejar de comer por ansiedad es crucial adoptar nuevos hábitos, como evitar la comida procesada, que contiene carbohidratos simples, y la cafeína, señala la especialista.

Por su parte, el análisis indica que las técnicas de manejo del estrés, como los ejercicios de atención plena, el ejercicio físico y la meditación, son de gran ayuda para reducir la ansiedad.

Hay estudios que evidencian que la ansiedad está relacionada con un estado muy bajo de antioxidantes, por lo que se sugiere que en los planes de alimentación se incluyan alimentos ricos en estas sustancias naturales, así como fuentes en magnesio.

Alimentos que ayudan

• Frijoles: de preferencia negros, rojos y pintos.
• Frutas, como la manzana, ciruelas negras y ciruelas pasas
• Frutos rojos: los arándanos, las fresas, moras y frambuesas son grandes aliados para combatir la ansiedad
• Vegetales: col rizada (kale), alcachofas, brócoli, betabel y espinacas
• Todos los tipos de nueces
• Varias especias que se utilizan en la preparación de alimentos, como la cúrcuma y el jengibre.
• Espárragos: Harvard señala que el gobierno chino aprobó el uso de un extracto de esta verdura como ingrediente funcional por sus propiedades ansiolíticas.
• Aguacate y almendras, debido a sus altos niveles de vitamina B
• Pescados grasos, como el salmón, las sardinas, las yemas de huevo y las anchoas.
• Alimentos ricos en zinc, como la carne roja y el hígado de res