Los cuatro mundiales ganados, y las dos Euro conseguidas a lo largo de su historia, hacen que Italia sea una de las selecciones más grandes y respetadas del mundo. Sin embargo, sus últimos años no han sido buenos, y a pesar de haber tenido alguna que otra alegría, la realidad es que los golpes recibidos fueron más dolorosos.

En el año 2006, la Azzurri, miró a todos desde arriba, tras quedarse con el Mundial disputado en Alemania, venciendo en las semifinales al anfitrión, y en la final a Francia por penales.

Dos años más tarde, con la resaca de ser los mejores del Mundo, se disputó la Eurocopa en Austria y Suiza, donde Italia quedó eliminado en cuartos de final ante España, quien posteriormente sería el campeón de esa copa.

El 2008 no iba a tapar el gran logro conseguido por Italia, que llegaba a Sudáfrica 2010, con la idea de buscar el bicampeonato, y defender bien el título. Se ubicó en el grupo F, junto a Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda. En principio, no debía ser una complicación para el último campeón; pero sí lo fue, ya que terminó último con solamente dos unidades. Sumando un capítulo más a la conocida “la maldición del campeón”, la cual dice que quien se quede con la copa del mundo, cuatro años más tarde no podrá superar la primera fase.

En 2012, acarició la gloria, pero no pudo hacerse de ella, ya que perdió ante España en la final.

Para el 2014, Italia renovaba sus esperanzas, buscaba dejar atrás los malos recuerdos, y viajaba a Brasil con el objetivo de hacer un buen Mundial. Pero desde el sorteo, la situación fue complicada para la tetracampeona, ya que le tocó en “el grupo de la muerte”, como se le suele llamar a cuando varios equipos candidatos comparten zona en este tipo de torneos. Uruguay, Inglaterra y Costa Rica, fueron quienes dejaron a Italia sin chances de clasificarse a octavos. Quienes sí lo hicieron, fueron la celeste y los ticos. Otro durísimo golpe para Italia.

Dos años después, la Azzurri debía dar la cara en la Eurocopa, y pudo vengarse de España tras eliminarlo en octavos, pero poco duró la alegría, ya que cayeron ante Alemania en la fase siguiente.

Italia acumulaba dos Mundiales seguidos cayendo en primera fase, parecía que nada podía ser peor que eso. Pero 2018 lo fue; tuvo que conformarse con verlo desde afuera, ya que en las eliminatorias, una derrota por la mínima ante Suecia, los dejó sin chances de ir a Rusia, tras seis décadas.

Dicen que después de la tormenta, llega la calma, que en algún momento las malas rachas se rompen, y para Italia, fue en 2021, cuando se quedaron con la Euro 2021, disputada en Inglaterra, tras vencer al dueño de casa en los penales.

Con la obtención del título, parecía que el elenco que viste de azul, había terminado con esa maldición, pero no fue así. Perdió en los playoffs ante Macedonia del Norte, y otra vez se quedó sin ir a la cita mundialista.

Hace algunos días, se sumó un nuevo capítulo oscuro para la selección italiana, su participación en el grupo B de la Eurocopa, no fue la mejor, pero le alcanzó como para clasificarse como segundos. Ya en octavos, llegaba la hora de la verdad, debían ganar para seguir con vida en la competencia. Pero la victoria fue para Suiza. Agregando así otro duro golpe para una selección que supo tocar el cielo con las manos, pero que hoy, no puede levantarse del suelo.

 Imagen: La Nacion