¿Por qué deberíamos retirar la tapa de aluminio al abrir envases de lácteos?
Mantener la tapa de aluminio en los envases de yogur, queso untable y otros lácteos podría favorecer la proliferación de microorganismos.
Los expertos recomiendan desecharla de inmediato para preservar la calidad del producto.
Es común encontrarnos con envases de lácteos que, además de su tapa plástica, vienen sellados con una tapa de aluminio termosellada. Este segundo precinto generó dudas en muchos consumidores sobre si es necesario retirarlo completamente al abrir el envase, o si puede utilizarse para cubrir nuevamente el alimento. La respuesta, según expertos en bromatología y microbiología, es que esa tapa debe ser retirada por completo.
El principal argumento para desechar la tapa de aluminio una vez abierto el envase es de índole microbiológico. Al quitar el precinto, se rompe el sello de esterilidad que protege el alimento desde su fabricación. Si la tapa se mantiene después de abrir el envase, el contacto con el aire y los restos del producto en la superficie de la tapa crean un ambiente propicio para la proliferación de microorganismos como bacterias, hongos y levaduras. Estos patógenos pueden comprometer la calidad del alimento e incluso representar un riesgo para la salud.
La licenciada en Nutrición, Adriana Pignol, explica que la función de esta tapa de aluminio es sellar herméticamente el alimento hasta el momento de su apertura. “Si la tapita de aluminio se deja, con el tiempo se contamina con bacterias y moho, lo cual es perjudicial para el alimento”, advierte. Por lo tanto, la recomendación es… al abrir un envase de lácteos, la tapa de aluminio debe ser retirada completamente.
Una vez retirada la tapa, es crucial conservar el alimento correctamente. Si el envase cuenta con una tapa plástica, esta es suficiente para proteger el producto en la heladera. Sin embargo, en caso de que no haya una tapa plástica disponible, es recomendable transferir el alimento a un recipiente hermético previamente higienizado, para evitar la contaminación cruzada.
Finalmente, es importante recordar que las tapas de aluminio son 100% reciclables. Para contribuir al cuidado del medio ambiente, se deberían lavar y secar antes de llevarlas a los puntos de reciclaje. Así, colaboramos con la sostenibilidad del planeta