Cambio climático: La Antártida se torna verde
Las últimas investigaciones revelan que la zona, tradicionalmente conocida por su inmenso hielo azulado, experimenta un preocupante aumento en su vegetación
El crecimiento de la flora en el Polo sur se hizo notable en los últimos cuarenta años. Así lo reveló una investigación de las universidades inglesas de Exeter y Hertfordshire y el British Antarctic Survey ha confirmado que la vegetación se ha multiplicado por 10 en este continente en las últimas cuatro décadas.
Los científicos han utilizado imágenes de satélite para analizar los niveles de vegetación que había en la península antártica a lo largo de los años.
De 1 kilómetro a 13
En el año 1986 la vegetación antártica cubría menos de un kilómetro cuadrado en ese punto. Sin embargo, en el año 2021 esa vegetación cubría ya casi 13 kilómetros cuadrados, gracias al aumento significativo de las temperaturas en ese punto de la tierra.
Según la Organización Mundial del Clima, la península Antártica, lugar en el que se ha llevado a cabo el estudio de las universidades británicas, se encuentra entre las regiones de calentamiento más rápido del planeta, con casi 3 °C en los últimos 50 años.
Pese a que el resto del continente continúa cubierto de nieve y hielo, resulta bastante preocupante como en tan solo cuatro décadas la capa de vegetación haya aumentado tanto. Los científicos apuntan, además, que el mayor aumento se ha producido en los últimos 5 años, lo que refleja que el cambio climático no hace más que agravarse.
El estudio ofrece unos datos muy preocupantes, durante el verano de 2024 varios puntos de la Antártida experimentaron temperaturas 10 grados por encima de lo normal para la época del año. Y en marzo del año 2022 esa cifra llego a ser de 21 grados, convirtiéndose en la desviación térmica más extrema jamás registrada.
Frente al calentamiento global es necesario bajar las emisiones de dióxido de carbono a la atmosfera para evitar que esta vegetación continúe avanzando por la Antártida. El riesgo ambiental es grave, ya que cuanto menor sea la superficie cubierta por nieve y hielo, más calor que se acumulará en la superficie terrestre. La nieve refleja la radiación solar contra el espacio, mientras que una superficie cubierta por vegetación absorbe más el calor y contribuye al calentamiento del ecosistema.
- por Rocio Gallardo