El Floorball se juega en una cancha de 40 metros de largo por 20 de ancho, cuyos laterales están delimitados por zócalos, lo que permite que la pelota siempre esté en juego a menos que salga por sobre ellos. Las esquinas del campo son curvas.

El arco tiene 115 centímetros de alto por 160 centímetros de ancho y está situado a 2 metros con 85 centímetros del fondo, por lo cual se puede jugar por detrás del mismo.

La pelota tiene un diámetro de 72 milímetros y es de plástico con 26 orificios en total, lo que la hace muy ligera (su peso no excede los 23 gramos).

El palo o stick es de fibra de vidrio y punta plástica. Se puede curvar levemente hacia la izquierda o la derecha según el perfil del jugador. Si bien la pelota se debe impactar con el palo, también se puede acomodar o pasar con el pie en situaciones de juego en las que el jugador no obtenga una ventaja. También se puede parar con el pecho cuando viene por aire.

Los equipos están compuestos por 5 jugadores de campo y un arquero, que puede tomar la pelota con la mano en su propia área y no tiene stick. Los cambios son ilimitados.

El partido dura tres tiempos de 20 minutos cada uno. Gana el equipo que más goles convirtió en el tiempo regular, y si el encuentro terminó empatado aún con la disputa de un tiempo extra (10 minutos) se define por series de “mano a mano” entre los jugadores de un equipo y el portero rival (penalty shoot out).

La entidad que regula el deporte a nivel mundial es la International Floorball Federation.

FOTO: Asociación Española de Unihockey-Floorball