En principio, la palabra que mencionamos viene de nuestro lunfardo y se la define como un conjunto de “palabras sin sentido o que carecen de correlato o conexión con la realidad; argumentación vacua, discurso inconsistente o incomprensible . Una especie de “bla bla”. Pero, esta calle porteña que termina en el barrio de Boedo tiene un importante sentido en su nombre.

Nos ubicamos en espacio primero: Son 22 cuadras que comienzan en la Avenida Varela, uno de los límites del Cementerio de Flores y termina en Avenida La Plata, a metros del polideportivo Roberto Pando de San Lorenzo. El nombre a esta arteria fue impuesto el 28 de octubre de 1904 y anteriormente no tenía denominación.

Ahora… ¿Quién fue Sarasa? En 1757 arribó a Buenos Aires el vasco Javier Saturnino Sarassa, quien luego se casó con Juana Josefa Martínez de Tirado. Tuvieron 13 hijos y dos de ellos fueron Saturnino Lorenzo (nacido en 1760) y Mariano José (1769), Mariano actuó en el norte durante los primeros años de la Revolución. Fue nombrado teniente gobernador de Santiago del Estero, cargo que ocupó desde enero de 1813 y por veintidós meses, para luego partió a cumplir la misma función en Jujuy.

En cuanto a Saturnino, acompañó Manuel Belgrano en la Campaña al Paraguay, por imposición del Primer Triunvirato, Saturnino se convirtió en el primer gobernador patriota de la provincia de San Juan, aunque luego terminó siendo depuesto en la primera de las muchas revoluciones que agitaron a San Juan en las décadas de independencia y posteriores. Murió el 26 de septiembre de 1835 y sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta.

A fines de 1904 se resolvió incorporar una copiosa cantidad de nombres para calles y paseos de la Ciudad de Buenos Aires. Fue entonces cuando Saraza (evocando a Saturnino o a él y Mariano, no queda claro) desembarcó en Parque Chacabuco, atravesando otros barrios hasta alcanzar a Villa Lugano. De acuerdo a los documentos oficiales, su apellido aparece como Saraza, Sarasa o Sarassa.

Fuente: Elhistoriador.com