¡Estás somatizando!
Probablemente es una frase que muchas personas le decimos a diario a algún familiar, conocido, pero que hay detrás de esa frase. Te contamos esta patología y por qué cada vez son más las personas que lo padecen.
La somatización es una afección crónica en la que la persona presenta dolencias físicas sin que haya una causa médica aparente.
El filósofo Alfred Korzybski, aportó hace cien años una acertada definición, atribuyendo que somatización es la expresión en el cuerpo (‘soma’ en griego) de un conflicto de nuestra mente. Según los expertos las emociones afectan nuestro cuerpo y ahí es cuando aparecen dolores, arritmias, acné y disfunciones sexuales, entre los signos más habituales. El cuerpo expresa conflictos psicológicos no resueltos.
Cuando la ansiedad se manifiesta en dolores físicos causando angustia extrema puede ser que te encuentres experimentando somatización.
Se calcula que el 12% de las personas han experimentado este tipo de ansiedad en algún momento. Pero la somatización se da cuando la respuesta física es excesiva y más difícil de manejar.
La angustia que presentan los pacientes es real, independientemente que se pueda encontrar o no una explicación física. Las personas suelen deambular por distintos especialistas para dar con el diagnóstico, lo que se llama ´doctor shopping´, pero es necesario evitar las intervenciones innecesarias y que ocurre en este tipo de casos.
El médico Juan Eduardo Tesone de Universidad de Buenos Aires, psiquiatra de la Universidad de París XII y miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), sostuvo que “No se puede predecir cuál será el órgano efector de la patología somática”, que dependerá de múltiples factores entre los cuales la genética, la alimentación, el medio ambiente, etc. Pero sí se podrá predecir el riesgo aumentado de expresión de la patología a través del cuerpo. La patología somática aparece cuando el psiquismo se vulnerabilidad y no logra contener al interior del mismo los conflictos. Son pacientes que cuanto más síntomas en el cuerpo presentan, más se sienten en paz en su psiquismo”.
Consejos para dejar de somatizar
– Ante la sospecha de estar somatizando, lo mejor es ponerse en contacto con un médico especialista que descarte cualquier problema de salud y que el profesional pueda determinar qué síntoma puede estar relacionado con ese trastorno psicosomático.
– Otra opción es ponerse en manos de un psicólogo o un psiquiatra que ayude a identificar el origen del malestar y ayudar a gestionarlo. La función del analista es encontrar las herramientas para lograr dar con los eslabones que faltan o incluso crearlos.
Frente a este tipo de patologías, lo más recomendable es expresar lo que sentimos y buscar ayuda. En algunas ocasiones, la manifestación somática es una señal de alarma útil que permite promover cambios en el estilo de vida.
Fuentes: psicologiaymente.com / infobae.com
Foto: vecteezy.com
- por Daiana Rábalo