Bike Polo Sin caballos, pero con bicis
Un día muy lejano del año 1891, un grupo de Irlandeses decidió buscarle una alternativa a los caballos para poder jugar al Polo
De esta manera, nació el Bike Polo, que hoy en día integra el listado de los deportes alternativos más jugados a nivel mundial.
El Bici-Polo, traducido al criollo, se practica sobre cemento, en una cancha que tiene 55 metros de largo por 25 de ancho, con bordes en sus lados para que la bola esté siempre en juego. En cada extremo hay un arco de 1,82 metros de ancho por 90 centímetros de alto. Los equipos están compuestos por 3 jugadores cada uno, montados en bicicletas, que con sus tacos (al igual que en el polo) buscarán controlar la bola (similar a una bocha de hockey, pero que también puede ser reemplazada por una pelota de tenis llena de agua), pasarla y anotar goles.
El partido puede durar, según la categoría y modalidad de torneo, un mínimo de 4 chukkers o periodos, y un máximo de 8, con 7 minutos de duración cada uno.
En cuanto a las biciletas que utilizan los jugadores, cualquier tipo, rodado y modelo está permitido. La única condición es que en ningún momento el jugador toque el piso con sus pies.
Si bien los irlandeses fueron los creadores, como decíamos al principio, el Bike
Polo se popularizó en Estados Unidos en 1920. En ese entonces, se jugó con las tradicionales bicicletas de rueda delantera alta, y se desarrollaba sobre césped, hasta llegar a su versión actual, transformandose en un deporte urbano.
El ente que regula la actividad a nivel mundial es la North American Hardcourt Bike Polo Association.
- por Juan Payllalef