Cinco ejercicios de la neurociencia para mejorar el lenguaje y hablar de forma más fluida
INECO brindó una serie de actividades para favorecer la comunicación oral y escrita.
El lenguaje es un concepto muy amplio y una función cognitiva superior, lo que significa que necesita de otras funciones cognitivas, como la memoria, y las funciones ejecutivas, para poder operar correctamente. El mismo involucra una serie de procesos mentales complejos que permiten que las personas logren comunicarse de forma oral y escrita.
Desde el Instituto de Neurología Cognitiva comparten una serie de actividades para estimular principalmente el lenguaje. Asimismo, estos ejercicios ayudarán a estimular otras funciones cognitivas, las cuales permiten el correcto funcionamiento del lenguaje:
Ejercicio 1: jugar al tutti-frutti para estimular el lenguaje.
Lo ideal es poder buscar categorías más complejas que las habituales. Un ejemplo de estas podrían ser: nombres de países, profesiones, adjetivos, frutas, verduras y objetos de cocina.
Ejercicio 2: jugar a las palabras encadenadas.
La dinámica del juego es encadenar palabras de forma que la última letra de una palabra coincida con la primera letra de la siguiente. También se puede aumentar el nivel de dificultad al hacerlo con las últimas dos o tres letras de la palabra.
Ejercicio 3: realizar asociación de diversas palabras.
Relacionadas por significado, categoría gramatical o cualquier otro criterio. Luego, el siguiente paso es asociarlas de diferentes maneras, formando frases coherentes o historias cortas.
Por ejemplo: ¿bajo qué categorías se podrían agrupar los ingredientes de una torta? Una respuesta posible sería: en secos y húmedos, también en temperatura ambiente y los que necesitan heladera/frío.
Ejercicio 4: armar palabras a partir de otra palabra asignada.
A partir de una palabra específica, por ejemplo “LECTOR”, pensar qué palabras se pueden armar con esas letras. En ese caso podría ser: corte, reto, recto, etcétera.
Ejercicio 5: aprender un nuevo idioma.
Es un desafío excelente para estimular la función cognitiva del lenguaje, además de ejercitar otras funciones cognitivas como, por ejemplo, la memoria.