El marcapasos más chico del mundo
Llego a nuestro país y ya se implementó en al menos 8 pacientes argentinos.
Los marcapasos fueron inventados en 1958 y sirven para controlar los latidos del corazón y dependiendo la patología y el paciente puede utilizarse de manera temporal o permanente, en aquellos casos en los que es necesario corregir los latidos lentos o irregulares crónicos o para ayudar a tratar una insuficiencia cardíaca.
La semana pasada se implementó en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) un marcapasos sin claves, pero ya se había utilizado en 7 oportunidades en pacientes de la provincia de Tucumán. El marcapasos posee la misma funcionalidad que los dispositivos tradicionales, pero al no poseer cables reduce el riesgo de complicaciones relacionadas con los cables, como fracturas, acodamientos, trombosis venosa o falta de cierre de la válvula tricúspide. El tamaño es similar a un comprimido de 2 gramos de peso y unos 1.8 cm de tamaño. Un 93% más pequeño que los dispositivos convencionales. La batería dura entre 8 y 13 años y cuando se agota puede sustituirse por otro dispositivo.
Los marcapasos convencionales necesitan de una pequeña intervención quirúrgica con sedación y anestesia local. Se colocan a través de la vena por debajo de la clavícula, donde se introducen los cables y posteriormente se hace un ” bolsillo” por debajo de la piel donde se acomoda el generador. A diferencia de este nuevo dispositivo cuya colocación es por medio de una vena ubicada en la ingle del paciente, sin necesidad de hacer una incisión quirúrgica, ni dejando cicatrices en el pecho del paciente. También, por las características del marcapasos, se reduce un 60% el potencial riesgo o complicación durante la intervención.
Fuente: infobae.com
- por Daiana Rábalo