Para los atletas, poder competir en unos Juegos Olímpicos, es una oportunidad única, hay quienes están luchando toda su vida para poder decir presente en la cita máxima, donde el trabajo y esfuerzo de los últimos cuatro años, se resume en un instante que define su futuro, y califica su esfuerzo del pasado.

La esgrimista de 26 años, logró una gran victoria por 15-13 ante la estadounidense Elizabeth Tartakovsky, clasificándose a los octavos de final, donde perdió frente a la coreana Jeon Hayoung, por 15-7.

Sin embargo, para Nada Hafez, y para quienes presenciaron el combate, quien avanzó a la siguiente ronda será algo anecdótico, ya que lo que sucedió luego de la lucha, fue lo que acaparó la atención de todos.

La esgrimista le contó al mundo a través de sus redes sociales que compitió en los Juegos Olímpicos, estando embarazada de siete meses; “Lo que les parece que son dos jugadoras en el podio, ¡en realidad eran tres! Éramos yo, mi competidora y mi pequeño bebé aún por llegar a nuestro mundo!” y además agregó: “Mi bebé y yo tuvimos nuestra buena ración de desafíos, tanto físicos como emocionales. La montaña rusa del embarazo ya es dura de por sí, pero tener que luchar para mantener el equilibrio entre la vida y el deporte fue agotador, aunque valió la pena.”

Este no fue el debut para nada en las olimpiadas, ya que había representado a su país en Río 2016, como también en Tokio 2020. Sin embargo, esta vez es más que especial, ya que, como dijo la atleta, esta vez lo hizo con un pequeño olímpico.