Fake news : los chismes 2.0
Las noticias falsas (en inglés fake news) se definen como contenido seudoperiodístico difundido ern medios y redes sociales cuyo objetivo es la desinformación.
Su principal característica es la de presentar hechos falsos como si fueran reales y si bien una simple búsqueda en internet nos puede dar cuenta de su poca credibilidad, una vez que el contenido fue viralizado el daño ya está hecho. De aquí la importancia de consultar fuentes confiables y no reproducir el contenido si nos parece sospechoso o proviene de sitios con poca credibilidad.
En muchos casos son emitidas con la intención deliberada de engañar, inducir a error, manipular decisiones personales, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona u obtener ganancias económicas.
Los rumores y las mentiras, como tales, no han nacido en la era digital exclusivamente, sin embargo las condiciones propicias que brinda la tecnología de estos tiempos ha hecho que el impacto y la rapidez con la que estos circulan sea una preocupación global.
Algunos ejemplos en el mundo de espectáculo de estas teorías falsas, que aún circulan en la web: el cantante Bruno Mars es el hijo no reconocido de Michael Jackson, la estrella estadounidense Beyonce uso una panza falsa para simular el embarazo de su hija, a la que habría concebido a través de un vientre de alquiler, o que por ejemplo el famoso escritor Stephen King fue el verdadero asesino de Jhon Lennon.
Algunas más descabelladas que otras, todas incluyen en un sinfín de posteos fotos editadas, fechas y supuestas declaraciones. Quizás en el escritorio de casa compartamos o comentemos estas noticias sin realmente entender el daño que pueden provocar sobre una figura pública la propagación de fake news.
Cómo saber si un contenido es falso o no
El problema es un hecho pero existen estrategias que pueden ayudarnos a distinguir un contenido válido de uno que ha sido creado con malas intenciones:
Antes de compartir cualquier audio, video o foto que llegue por las redes sociales o en supuestos sitios de noticias, preguntarse de dónde viene, dónde se publicó, y quién lo hizo.
Confirmar el nombre de la URL para así evitar confundir sitios de prestigio con sitios que lleva nombres similares con el único objetivo de desinformar. En muchas oportunidades, las fake news son resultado de la falta de contexto. Un audio por WhatsApp atribuido a otra persona o alguna foto vieja vinculada a un hecho actual, son los ejemplos más frecuentes.
Hacer una simple búsqueda en la web para saber si el dato es falso o no.
Chequear las imágenes. En Google Chrome se puede hacer una búsqueda inversa simplemente pulsando el botón derecho sobre la imagen que se quiere rastrear. Sino, desde cualquier otro navegador se puede ingresar a Google Imágenes y subir la foto o pegar la URL de la imagen para buscarla en la web.
Los videos: Amnistía Internacional cuenta con una herramienta llamada YouTube DataViewer que permite ingresar la URL de un video y luego ver en qué fecha y hora se subió, así como visualizar las imágenes en miniatura vinculadas a ese clip. Una búsqueda inversa de esas imágenes podría permitir saber si el clip fue publicado anteriormente. También verificar si hay menciones anteriores en redes y plataformas.
Ahora que lo sabés ¿Cuánta atención le prestas a las fuentes antes de compartirla en redes sociales?
- por Georgina Pepe