Historia del carnaval en Buenos Aires
El carnaval comenzó a celebrarse a partir de siglo XVII, inicialmente en espacios públicos, y se caracterizaban por los bailes con grandes percusiones, juegos y baldazos de agua
Existía en la celebración una mixtura entre las costumbres de los primeros inmigrantes de clase baja y de los esclavos afrodescendientes.
La clase alta de la época consideraba que el carnaval era una “costumbre bárbara” y se oponían a su realización. Esto generó que durante el mandato del Virrey Vértiz, entre 1770 y 1784, los bailes se limitaron a lugares cerrados y el toque de tambor era castigado con azotes y cárcel. Sin embargo, su celebración se popularizó y se desplazó desde las casas particulares a los clubes barriales.
En 1845, Domingo Faustino Sarmiento emprendió un viaje de dos años por varios países del mundo, entre ellos Italia. Allí vio por primera vez las máscaras venecianas y lo cautivó la idea del anonimato de los disfraces. Por lo que en 1869 promovió el primer corso oficial de Buenos Aires.
Durante el siglo XX, la influencia de los inmigrantes italianos y españoles fue modificando el espíritu del carnaval, introduciendo ritmos, danzas y vestimentas propias de sus lugares natales. De a poco, se produjo el pasaje de las comparsas de candombe a las murgas.
Durante la segunda mitad de la década de 1980 y principios de los 90´, las murgas fueron adquiriendo un tono de protesta en sus letras, característica que mantienen en la actualidad.
FUENTE FOTO: SAAVEDRA ONLINE