Katie Cox, la promesa del deporte inglés
La deportista inglesa nacida de 18 años hace dos deportes a la vez, fútbol y básquet, y en ambos, además de vestir las camisetas de los respectivos clubes, representa a su país
Desde muy temprana edad tenía en claro que su vida giraría en torno al mundo deportivo. A los siete años practicaba rugby y karate además de los que hace actualmente, pero a los ocho comenzó a dar sus primeros pasos en la cantera del Chelsea, lugar donde se formó como futbolista y hoy en día se convirtió en una pieza clave del equipo Sub-21, donde es la capitana y también es la tercer arquera del primer equipo. El pasado 7 de mayo recibió el premio “Women’s Academy Player of the Year”, que la acredita como la mejor jugadora del año de la Academia femenina, el cual atestigua su rendimiento y potencial.
En el ámbito internacional, Cox tampoco es la portera titular de la selección de Inglaterra Sub-19, este cargo lo ocupa después de haber pasado por todas las categorías inferiores. Su próximo desafío es el Campeonato Europeo de fútbol femenino de la UEFA, el cual dará comienzo el próximo 14 de julio.
Respecto a su carrera en el básquet, el London Lions fichó a la joven en agosto de 2023, donde se desempeña en el primer equipo. En abril ganó la copa de la liga inglesa por tercer año consecutivo. Pero ahí no termina todo, Katie Cox es uno de los nombres que nunca falta en las convocatorias de la selección inglesa en sus diferentes modalidades.
El año pasado representó a Reino Unido en el campeonato Europeo 3×3 Sub-17, donde se proclamó como una de las mejores participantes del torneo.
Su estatura, de un metro ochenta, y su habilidad le permiten desenvolverse en ambas prácticas. “No sería la jugadora de baloncesto que soy hoy en día sin el fútbol y no sería la futbolista que soy sin el baloncesto”, confesó Cox.
Su vida no solo se basa en el deporte, sino que también se complementa con el estudio, la joven está a punto de terminar la etapa de su educación preuniversitaria y reconoce que siempre ha contado con “el apoyo incondicional de los responsables del centro y cierto privilegio” a la hora de conectar su compleja rutina entre entregas de tareas, exámenes, entrenamientos y partidos.