La meditación como herramienta ante el stress
Diversos estudios arrojaron como resultado que practicar meditación contribuye a una reducción en los niveles de ansiedad, insomnio y depresión. Cuáles son las recomendaciones en materia de salud mental, en tiempos de pandemia.
Que la pandemia ha producido cambios en la vida cotidiana de las personas no es novedad. A casi dos años de su comienzo hay estudios que demuestran que las técnicas de meditación permiten sobrellevarla de una mejor manera.
La meditación es una práctica oriental que se caracteriza por centrar la atención en el presente, dejando de lado un pasado que ya no nos pertenece y el futuro que no podemos controlar.
Antes de la pandemia, se realizó una revisión de 47 ensayos clínicos aleatorizados con 3.515 participantes. El resultado fue publicado en la revista JAMA Internal Medicine: se encontró que las personas que practican la técnica de atención plena (“mindfulness”) experimentan una mejoría de entre el 5 y el 10 por ciento en los síntomas de ansiedad en comparación con los que no ejercían la meditación. En personas con depresión, hubo una mejoría de hasta el 20 por ciento de los síntomas en comparación con el grupo placebo. Caragh Behan, médica psiquiatra del Departamento de Psiquiatría del Colegio Real de Cirujanos de Irlanda e instructora de meditación, escribió en un artículo: “Crisis como la de la pandemia de COVID-19 han demostrado que el cambio es la única constante”. Y les recomendó a los médicos que la meditación era una forma útil para atravesar ese cambio continuo.
Puede “ayudarnos a sentarnos con nuestros miedos y nuestras circunstancias y a observar que, al igual que nuestros pensamientos, este período de nuestras vidas también pasará”.
También se hizo otro trabajo con la aplicación YOI que combina ejercicios de yoga y meditación. Fue realizado por investigadores de Estados Unidos, Noruega, Canadá y China y publicado en la revista Frontiers in Psychiatry. Se enrolaron 1.505 que tenían que usar el programa de ejercicios de la aplicación durante 8 semanas. El estudio aún continua. Pero Sadhna Verma, de la Universidad of Cincinnati, con sus colegas de otros países, señalaron que los resultados preliminares indican que en promedio hubo reducción significativa y constante de los síntomas relacionados con la depresión, la ansiedad y el insomnio. Aunque distintos estudios científicos constatan los beneficios, meditar no es una actividad simple ni mucho menos mecánica.
Desde la Clínica Mayo de los Estados Unidos, brindan tres recomendaciones para lograrlo: No juzgue su habilidad para meditar, porque eso le puede generar más estrés. Recuerde que es común que la mente divague mientras se medita, y -en tercer lugar- experimente, y probablemente descubra cuál es el tipo de meditación que se adapta más a cada uno.
Finalmente hacer consciente lo inconsciente, es decir poder concentrarnos en el simple acto de respirar focalizando en ello toda la atención posible, en cualquier momento y en cualquier lugar. En definitiva, el bienestar al alcance de todos.
FUENTE: Infobae.com
- por Ornela Toledo