Los ácaros de las aves resultaron ser limpiadores naturales de su plumaje
Lejos de ser perjudiciales higienizan a los pájaros de hongos y bacterias durante la noche.
Investigadores de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, la Universidad de Granada y la Universidad de Illinois descubrieron que los ácaros de las plumas de aves son animales que funcionan como aspiradoras naturales.
El estudio abordó el comportamiento nocturno de los ácaros que viven permanentemente en las plumas, los ectosimbiontes, que se encuentran en la superficie de su hospedador y que, pese a ser los “más abundantes y diversos de las aves vivas”, son “aún son muy desconocidos”, señaló el CSIC.
El científico de la Estación Biológica de Doñana, Roger Jovani explicó que aunque están haciendo avances para entender la biología, ecología y evolución de estos ácaros, cuestiones tan básicas como dónde o cuándo comen o se reproducen aún es un misterio.
Hasta ahora, los ácaros de las plumas se habían estudiado de día, pero la mayoría de aves son voladoras y diurnas, así que “sería de esperar que estos ácaros estuvieran activos durante la noche, cuando podría ser más seguro moverse por las plumas”, señaló el comunicado de los investigadores. Fue en esa cuestión en la que se centró la investigación, que observó que el número de ácaros aumentaba hasta la medianoche y después disminuía hasta el amanecer.
Los investigadores consideraron “especialmente interesante” ver que los ácaros se movían durante la noche hacia la punta de las plumas de vuelo. Esto es debido a que las puntas de las plumas de vuelo dejan de ser peligrosas durante la noche, cuando el ave duerme, comentó la investigadora predoctoral de la Estación Biológica de Doñana y primera autora del estudio, María del Mar Labrador.
El equipo que llevó a cabo este estudio fue un paso más allá extrapolando la cantidad de “suciedad” que los ácaros de las plumas pueden estar “limpiando” de la superficie de las plumas de las aves. El ventrículo de un ácaro lleno de comida compactada mide unos 0,004 milímetros cuadrados, “es como el filtro de una aspiradora”, graficó el especialista.
Los investigadores calcularon que la suciedad limpiada anualmente de las plumas de las alas para el conjunto de las aves paseriformes europeas asciende a 80.000 metros cuadrados. Esto muestra que la actividad de los ácaros “tiene consecuencias macroscópicas con potencial para influir en la ecología” de las aves.
FUENTE:Pagina12.com
FOTO: Miscota.com
- por Rocio Gallardo