Ni Salvador de Bahía, ni Rio de Janeiro
Brasilia, con 61 años de historia, es una de las capitales más modernas y menos pobladas del mundo.
La elección de una nueva capital para Brasil fue un objetivo perseguido por diferentes gobiernos a lo largo de la historia ya que entendían que Rio de Janeiro era antigua, estaba superpoblada y en donde el delito era protagonista.
El objetivo era modernizar, democratizar y centralizar el país, dejando atrás el legado colonial de Salvador de Bahía y Río de Janeiro, los dos antiguos distritos federales. Además, se imaginó una “Capital de la Esperanza” en donde se pretendieron eliminar las clases sociales.
Juscelino Kubitschek, presidente elegido en 1953, inicialmente pensó en alguna ciudad ya existente en el interior del país. Al no encontrar la indicada, se eligió un territorio del sur del estado de Goiás y se comenzó con la construcción el 23 de octubre de 1956.Para su desarrollo se contrató a muchos obreros oriundos del noreste de Brasil, que trabajaron durante 41 meses en difíciles condiciones laborales, sanitarias y habitacionales.
A aquellos primeros pobladores se los llamaba despectivamente “Candangos”, apodo que con el tiempo fue adoptado orgullosamente por los oriundos de la ciudad que lo consideran un sinónimo de perseverancia y valentía.
Finalmente, el 21 de Abril de 1960 fue inaugurada, solo cuatro años después del inicio de su construcción, y se convirtió en la sede de los tres poderes del Estado y las principales empresas de la región. Hoy, con 61 años de historia, Brasilia tiene una población superior a 3 millones de personas.
FOTO 1: la-razon.com
FOTO 2: Wikipedia
- por Ricardo Douna