Sin límites de edad ni de estado físico, la Orientación Deportiva forma parte del programa de los World Games, y tiene como elementos habituales para los participantes los mapas y las brújulas. Tiempo atrás, aunque se mantienen en algunas competencias, también se utilizaban tarjetas situadas en cada boya a alcanzar dentro del recorrido, en las cuáles se marcaba el paso de cada competidor por ese punto. Pero estas fueron reemplazadas en los eventos de elite por paneles táctiles, en los cuáles los jugadores registran su paso marcando su huella digital.

La actividad se destaca por su contacto directo con la naturaleza, ya que los recorridos se establecen sobre tierra, nieve, arena, desplazándose a pie o en bicicleta. Y es fundamental la capacidad de orientación y la habilidad para leer los mapas, lo que permitirá encontrar las boyas por las cuáles cada participante debe pasar, sin la necesidad de correr sino más bien de moverse tácticamente.
Las salidas desde la largada son por horarios, registrándose también el momento de la llegada, para después ordenar la marca de cada competidor y definir los puestos finales.

A nivel mundial la disciplina es regulada por la International Orienteering Federation. En Argentina hay dos instituciones: la Federación del Deporte de Orientación y la Asociación del Deporte de Orientación de la República Argentina.