El Parkour nació en Francia en 1985 como una actividad que aprovechaba los espacios urbanos y públicos para desafíos acrobáticos, con el objetivo de pasar de un punto a otro con diferentes niveles de dificultades que cuanto mayores eran, más puntos otorgaban. Con el correr del tiempo, también empezaron a desarrollarse en escenarios bajo techo especialmente diseñados.

Se juega de manera individual y es fundamental la utilización de un calzado adecuado para un mejor agarre, así como también ropa adecuada para moverse saltando o girando en el aire.

Los objetivos a superar más habituales en lugares abiertos son bloques de cemento, bancos de plazas, muros, y toda estructura que de manera segura permita desarrollar una rutina saltando de uno a otro, aunque también hay modalidades más extremas que incluyen cornisas o sitios de altura.

Hay varias técnicas para avanzar en los circuitos, que incluyen el salto, la carrera, balance, giro o con técnicas como el “Cat Balance” o el “Monkey”, que imitan los movimientos de un gato o de un mono.

Hay dos especialidades. La primera, el Freestyle, en la cual el competidor puede desarrollar diferentes trucos buscando obtener mayor puntaje según la dificultad. La segunda es la modalidad Race, en la que el participante debe superar el circuito predeterminado en la menor cantidad de tiempo posible para superar a sus rivales.

El organismo que rige éste deporte a nivel mundial es la World Freerunning Parkour Federation.