¿Por qué usa esos colores?: Boca
Fundado en 1905 en el barrio de La Boca, el xeneize ya estaba asentado como uno de los clubes más importantes del país pero aún le faltaba definir los colores que lo representarían en las canchas.
Con un grupo de inmigrantes italianos como fundadores y un terreno de juego humilde, Boca comenzaba a forjarse como un club de gran pasión popular. Sin embargo, la cuestión de los colores del equipo fue todo un desafío que tardó su tiempo en solucionarse.
La historia de sus colores está profundamente vinculada a las circunstancias y recursos del club en los primeros años. En sus primeros partidos, Boca utilizó camisetas improvisadas. Manuela Farenga, hermana de algunos de los jugadores, confeccionó las primeras camisetas con tiras negras sobre blanco, bajo la condición de evitar el rojo y blanco. A lo largo del tiempo, probaron otros diseños, como un modelo celeste y otro con finas rayas azules, pero ninguno se consolidó como el oficial.
La resolución definitiva llegó de una forma inesperada, gracias a Juan Bricchetto, un trabajador del puerto de La Boca. Un día, un barco sueco atracó en el puerto, y sus colores, el azul y amarillo, sirvieron de inspiración para la camiseta del club. Esta combinación de colores fue rápidamente adoptada, primero en un diseño con una banda amarilla cruzando sobre fondo azul. Con el tiempo, para evitar confusiones respecto a la dirección de la franja, en 1913 se definió el actual diseño, con una franja horizontal amarilla que atraviesa el pecho.
Hoy en día, el azul y amarillo de Boca Juniors no solo son una parte esencial de su identidad visual, sino que representan el alma y la pasión sus hinchas. El icónico diseño se ha mantenido inmutable a lo largo de los años, acompañando al club en sus momentos más gloriosos y en los desafíos más difíciles. Los colores que una vez surgieron por casualidad, hoy son el ADN boquense.