Muchas son las palabras nuevas que nos vimos obligados a incorporar si el objetivo es no quedar afuera de la actualización digital. Sin embargo, algunas parecen una moda pasajera, mientras que otras basan nuestro interés en la importancia de aquello que nos tratan de advertir.

Este es el ejemplo del vocablo “vishing”. El mismo resume los conceptos de voice (voz en inglés) y de phishing, tal como se denomina a los engaños basados en la suplantación de identidad.

Este fenómeno, que ha encontrado un neologismo propio, no es nada más ni nada menos que un tipo de engaño basado en suplantación de identidad en la cual se utilizan llamadas telefónicas o mensajes de voz. Durante esta estafa el atacante se comunica con la víctima, por teléfono o mensaje de voz, haciéndose pasar por alguien más.

Usualmente una empresa, banco u otra entidad, con el objetivo de convencer al usuario de que le brinde sus datos personales o credenciales de acceso a una cuenta. El engaño está basado en técnicas de ingeniería social, que es la práctica de obtener información confidencial a través de la manipulación de usuarios. El aumento en el uso de medios electrónicos, compras online y la apertura de canales digitales para la realización de trámites bancarios entre otros, hizo terreno fértil para el crecimiento de estafas de este tipo. Muchos de los usuarios han atravesado situaciones similares.

Tan es así que desde el portal de gobierno Argentina.gob.ar se emitió hace menos de un mes un comunicado alertando sobre estas situaciones.
Hay que estar atento e informado y ante la duda consultar con la entidad en cuestión antes de brindar información sensible por estas vías.