Son cada vez más las personas que sufren apneas de sueño
Más de 1.300 millones de personas sufren este trastorno en todo el mundo y la cifra va en aumento.
La apnea del sueño es una afección del sueño que hace que los músculos de la garganta se relajen repetidamente durante el sueño. Esto bloquea el paso del aire e interrumpe la respiración, es una de las afecciones más comunes del sueño, pero la mayoría desconoce su existencia.
Algunos de los síntomas de las apneas del sueño son: ronquidos, respiración con dificultad, despertares frecuentes, insomnio y despertares con ahogo.
Un estudio publicado en la revista médica británica The Lancet reveló que alrededor de 936 millones de personas entre 30 y 69 años sufren apneas obstructivas severas y 425 millones la padecen de forma moderado a severo. La investigación fue realizada a partir de datos de 17 estudios de 16 países diferentes. La lista está encabezada por China como el país más afectado, luego le siguen Estados Unidos, Brasil e India.
Según la Organización Mundial de la salud, al menos el 40% de la población tiene complicaciones relacionadas con el sueño. La prevalencia de las apneas se ha observado en aumento los últimos años y las explicaciones para ello se relacionan con dos factores: por un lado, con el crecimiento de las tasas de obesidad y sobrepeso, el uso de sedantes y alcohol; y por otro, con el aumento en el estudio de las patologías del sueño”.
¿Pero qué son exactamente las apneas del sueño? Según una especialista, las apneas del sueño son pausas durante la respiración o disminución en el volumen de aire (hipopneas) que, por lo general, se deben a una obstrucción intermitente de la vía aérea durante el sueño, es decir el “cierre o colapso de la vía aérea superior”. “Esto podría deberse a la menor acción de los músculos dilatadores de la faringe y la obstrucción por partes blandas como la lengua o las amígdalas, o a una combinación entre estos distintos factores ante los cambios de presión que experimenta la vía aérea durante las distintas fases del sueño”.
¿Cómo reconocerlas? Las apneas se asocian con síntomas nocturnos como los ronquidos, respiración con dificultad, despertares frecuentes, insomnio, movimientos aumentados, despertares para orinar y despertares con ahogo. A su vez, existen algunos síntomas diurnos que podrían dar índice sobre que existen apneas durante la noche, como dolor de garganta o cabeza al despertar, cansancio y somnolencia durante el día, dificultades para concentrarse y del humor. Algunos factores de riesgo para desarrollarlo son el sobrepeso, aumento de la circunferencia del cuello, tabaquismo, consumo de alcohol o sedantes, antecedentes familiares de apneas y anormalidades craneofaciales y síntomas de dificultad respiratoria nasal o congestión. Las apneas de sueño durante la noche pueden tener graves consecuencias para la salud. Como por ejemplo: “descenso de los valores de oxígeno nocturno, aumento de la presión arterial y sobrecarga del sistema cardiovascular, aumento de la frecuencia de eventos cardiovasculares y cerebrovasculares, riesgo de arritmias, riesgo de síndrome metabólico y diabetes tipo II, fatiga diurna y aumento en el riesgo de accidentes”.
Si una persona sospecha tener apneas de sueño por padecer diferentes síntomas, resulta primordial la realización de un estudio especial para detectarlo y poder categorizarlo en leve, moderado o grave. Esta categorización se realiza de acuerdo a la frecuencia y al impacto en la saturación de oxígeno y la disrupción que estas generen sobre el sueño del paciente. “Existen distintas opciones de tratamiento pero este debe pensarse para cada situación particular. Siempre debiera iniciarse el tratamiento evitando o disminuyendo los factores de riesgo, aconsejando el descenso del peso corporal si correspondiera, aconsejando el ejercicio físico y evitando tabaco, alcohol y sedantes”.
Por otro lado, existen tratamientos que buscan “evitar el colapso de la vía aérea con un dispositivo que cambia las presiones durante el sueño (CPAP), manteniendo la presión positiva y evitando el cierre”. También hay tratamientos dedicados a mejorar la respiración nasal e “incluso pueden evaluarse medidas posicionales para dormir o con otros dispositivos que se utilizan dentro de la boca que modifican la posición de la mandíbula o la lengua”. “Es muy importante reconocer síntomas diurnos o nocturnos de una mala calidad de sueño, estudiarlos y favorecer el diagnóstico de estas patologías”.
FUENTE: Infobae
FOTO: 20minutos.com / psiquiatria.com
- por Silvina Presta