Muchos intelectuales del área de la ciencia sostienen que la respuesta a este interrogante es subjetiva, sin embargo, Steve Jobs afirmaba con certeza poseer la ecuación para descifrar.

El empresario, creador de Apple, fue un visionario que dejó un impacto duradero y compartió reflexiones sobre la búsqueda de la felicidad, particularmente en los últimos años después de enfrentar un diagnóstico de cáncer de páncreas en 2005, que lo llevó a su fallecimiento en octubre de 2011.

Jobs aseguraba que el camino hacia la felicidad involucraba hacerse tres preguntas fundamentales. Estos cuestionamientos internos, según Jobs, eran el punto de partida para iniciar un proceso de reflexión y búsqueda activa de la felicidad.

Las preguntas

¿Estoy viviendo la vida que quiero y haciendo el trabajo que quiero hacer?
Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?
¿Estoy haciendo lo que me gusta?

Según Jobs, hallar respuestas sinceras a estas preguntas permite el camino hacia una felicidad auténtica y satisfactoria. Estos planteamientos reflejan la importancia de alinear nuestras acciones y elecciones con nuestros verdaderos deseos y pasiones para lograr una vida plena y significativa.