Para algunos chicos ya terminaron las vacaciones, pero para otros quedan algunos días de vacaciones, de días sin despertador, de pelis hasta tarde…
Pero para hacer este proceso un poco más divertido, vamos a recordar útiles que antes ​llevábamos al cole y que cayeron en desuso….

Los portafolios
Aunque nuestra intuición nos podría indicar que estos elementos eran muy antiguos, vale destacar que siguieron vigentes en las aulas hasta principio de los años noventa.
Los portafolios de cuero, tenían varios compartimientos y estuches frontales, con hebillas. Desde aquellos años a esta parte, mucho han variado las formas de transportar los útiles, pero sin lugar a dudas la mochila con carrito es una estrella instalada.

El simulcop
Este invento de la década del 50 consistía en un cuaderno con “plantillas de dibujo”. El mismo incluía una serie de mapas, ilustraciones y dibujos en papel manteca. Los mismos se apoyaban sobre las hojas de los cuadernos y con una simple fricción, ese dibujo se reproducía de manera instantánea.

La lapicera de tinta
En la década del 80, aprender a escribir implicaba otra serie de habilidades como cambiar una pluma y recargar cartuchos.
Las lapiceras de tinta más populares eran las 303, las Scheaffer y las Parker. Desde la escuela se promovía su uso en detrimento de las biromes, porque se estimaba que ayudaba en la caligrafía.
En la actualidad, se utilizan biromes borrables con un sistema moderno y un poco más práctico.
Papel secante La desaparición de las lapiceras de tinta volvió obsoleto este objeto, Pero en aquellos días, la tinta fresca de las lapiceras manchaba y el principal objetivo de este elemento era sellar la tinta en la hoja para mantener cierta prolijidad.

Ojalillos
¡Momento! Aún podemos encontrarlos en las librerías y aunque su eficacia está puesta en duda, su futuro parece incierto. Los repuestos más modernos vienen con un refuerzo plastificado que impide cualquier accidente.