El tótem es un objeto de la naturaleza que actúa como emblema colectivo, al que una tribu o un individuo venera y otorga un valor protector o considera como antepasado.

La Plaza Canadá fue inaugurada el 1º de julio de 1961, y fue nombrada así por la Municipalidad de Buenos Aires, por ese gesto el embajador de ese país en ese momento,  Richard Plant, gestionó y concretó la donación de un tótem tradicional para qué se coloque en el lugar.

Cuatro años más tarde, en 1964, se instaló la obra a metros de la Torre Monumental y frente a la estación de trenes de Retiro. Se trata, tal como se indica en el sitio de Patrimonio de la Ciudad, de “un símbolo tradicional de los pueblos originarios que habitan la costa del pacífico Norte. Sobre un tronco de cedro rojo macizo se tallaron en 360 º seis figuras policromadas en verde, negro, rojo, blanco y amarillo. Desde abajo hacia arriba, se puede ver una serpiente de dos cabezas, un lobo, una ballena, un cuervo, figuras humanas que evocan a los ancestros y todos representan la cosmogonía de este pueblo nórdico”.

La primera versión de la obra fue realizada por el artista Henry Hunt. Era de mayor altura pero de similares características que la actual. Pero este tótem debido al mal mantenimiento, las inclemencias climáticas y otros factores, sufrió un gran deterioro, por lo cual fue imposible recuperarla. Por ese motivo comenzaron las gestiones por parte del gobierno de la ciudad para adquirir uno nuevo. Finalmente en el año 2012, llega la segunda versión de la obra, pero esta vez estuvo a cargo de Satnley (Stan) Hunt, hijo de Henry. El artista canadiense es oriundo del pueblo Kwakiutl, ubicado en la isla de Vancouver en la provincia de Columbia Británica. Los primeros trabajos los hizo, justamente, como aprendiz de su padre.

Para Canadá y Argentina es un símbolo de unión entre los habitantes de una misma tierra que nos define como países de las Américas.

FUENTE: noticiasargentinas.com / languages.oup.com / patrimonio.com.ar

FOTO: buenosaires.gob.ar